Es conocido que si hay un programa social de la actual administración con una amplia aceptación ciudadana es Beca 18, más una buena nueva de este programa, es que sus becarios presentan promedial y consecutivamente un rendimiento superior al promedio de alumnos no becarios, lo que per se constituye un tema de investigación que la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL) ha comenzado a desarrollar, miremos alguna evidencia al respecto y algunas hipótesis preliminares de investigación.
Datos iniciales. El Programa Beca 18 surge como una respuesta del Estado a la problemática de la educación superior en el Perú; problemática que se sustenta no solo en el bajo acceso, permanencia y culminación de estudios por parte de gente con alto potencial académico sino también en una insuficiente dotación de capital humano sin adecuada actualización e inconsistente con la demanda proveniente de las actividades económicas del país. Además, un mayor acceso a la educación superior se asocia a la salida de condición de pobreza: Según la Enaho 2012-13 al 2013 de los pobres extremos solo el 2% tenían educación superior en tanto el 32% de los no pobres contaban con esta. Por otra parte, este programa, ha dispuesto de recursos económicos para nada cuantiosos, así en el 2012 conto con 129 millones de soles, 227 millones el 2013 y 494 millones este año, habiéndose otorgado a la fecha 31,000 becas bajo diferentes modalidades en tan solo 2 años de existencia (la institución antecedente denominada OBEC en 5 años otorgo tan solo 72 becas), adicionalmente estas becas de estudio se dieron priorizadamente para estudios en especialidades con demanda insatisfecha en mercado laboral.
Interesantes hallazgos. Un lugar común es suponer que los becarios de este programa provenientes de las zonas pobres del país, filtrados a través del Sistema de Focalización de Hogares (SISFOH) a pesar de ser primeros puestos en sus colegios de origen, presentarían por distintos factores como la adaptabilidad cultural y/o la diferenciada calidad de educación recibida, una menor performance que el resto de estudiantes no becarios. Pues una agradable sorpresa ha venido ocurriendo desde el 2013 en adelante: Los chicos de Beca 18 presentan recurrentemente mejor rendimiento que el resto de estudiantes no becarios, esto ocurre por ejemplo en la Universidad que más estudiantes de Beca 18 ha acogido como la Universidad San Ignacio de Loyola: En el semestre pasado el promedio ponderado de los becarios fue 14.22 con una tasa de aprobación de 94.32%, los alumnos regulares detentan un promedio de 12.79 y una tasa de aprobación de 79.22%. Para reforzar esta evidencia de mejor performance, mientras el 32.4 y 56.75% de los becarios conforman el quinto y tercio superior respectivamente, en el caso de los no becarios estos porcentajes son del 18.41 y 31.5% respectivamente. Similar patrón lo encontramos en los 2 semestres del año anterior.
Siendo un programa de becas con características diferenciadas de anteriores ensayos en Perú, buscamos tener inicialmente algunas hipótesis de investigación que explicaran estos resultados, para ello encuestamos a los tutores del programa en la Usil; encontrando las respuestas concentradas básicamente en i) Motivación de logro, ii) Soporte tutorial, iii) Temor a perder la beca, iv) Compromiso con el estudio y v) Características de personalidad. Estos factores son los que indiciariamente están sirviendo de base para un proyecto de investigación que auspiciosamente está iniciando la universidad, en el entendido que la investigación no solo trata del que sino también del porqué. Para estos chicos el sí se puede más que una frase, es una práctica permanente.