A propósito de la derogada ley de promoción del empleo juvenil, más conocida en el hall de la fama local como la ley pulpin, y dada la insistencia del gobierno para haber mantenido contra viento y marea esta; todo ello indicaría no solo de la falta de una adecuada percepción de la realidad del país, sino también un distorsionado concepto del cómo funcionan mercados como el laboral. Ademas,el costo político de estas limitaciones no sería pequeño, pues se afecta el grado de solvencia política de la administración para toma de decisiones en el futuro…….. faltando 17 largos meses para la culminación del mandato.
Comienzo por lo obvio. En el mercado laboral quienes demandan empleo son las firmas, entendiéndose que al igual que cualquier factor productivo (el trabajo es uno de ellos) las empresas solo demandan más del mismo cuando mayores requerimientos de producción lo justifique. Entonces, dada la actual desaceleración de la actividad económica, (el Producto Bruto Interno pasa entre el 2013 y 2014 de crecer del 5% al 2.6% la menor tasa expansión últimos 5 años y ajustado a baja proyección para 2015 de 5.5 a 4.8%) con próximos revisiones a la baja, por deterioro de expectativas y por falta de iniciativa del MEF para adoptar medidas más articuladas de impulso a la demanda interna, y generar así mayor confianza inductora a inversión privada, evidenciándose que se oficialmente se dimensiona y enfrenta adecuadamente la desaceleración económica, lo anterior pinta un contexto macroeconómicamente algo incierto cuando menos.
El asunto es simple: Si no se recupera la dinámica de crecimiento del PBI, tampoco lo hará la demanda de empleo para jóvenes, viejos para todos; por añadidura y esto es más desde una perspectiva microeconómica, ¿Habiendo enfriamiento económico, e incertidumbre, el empresario contratara jóvenes aprendices aun con costo laboral reducido?
No obstante todo lo anterior, se insistió tercamente con esta ley, como la panacea para formalizar empleo y dar oportunidad del mismo a los jóvenes……..como si el contexto macroeconómico reportado en los párrafos anteriores no existiera. La ley de marras no conduciría a más empleo simplemente porque este no se crea por ley sino depende de la dinámica de la actividad productiva, entonces porque la tozudez? (tozudez por si acaso). Habrían varios factores, uno el que esta iniciativa formaba parte de un (seccionado en cuotas semanales) programa de medidas promotoras de la demanda interna y que de alguna manera dibujaba la sonrisa de beneplácito de varios gremios empresariales por la sencilla razón que este régimen de derechos laborales recortados era la materialización de la tan anhelada extensión de este tipo de programas con costos laborales menores tal como existe ahora para agro exportación o Pymes. La otra razón es que los que elaboraron la iniciativa vendieron la idea como algo que sería saludado por jóvenes que ahora son subempleados principalmente, mas no repararon en que no obstante la falta de experiencia, estos no son tolerantes a forma alguna de discriminación y mucho menos que se les diga que tal situación es funcional al bienestar de ellos, teniendo como aspiración ultima un empleo digno, es decir con todos sus derechos. Por otra parte si de vender la idea se trataba, pareciera que fue la oposición encargada de hacerlo por la seguidilla de errores en la presentación y explicación de esta. Finalmente un asunto no menos relevante es la afectación adversa en términos de los márgenes de maniobra para futura toma de decisiones de gobierno. Con un Congreso cada vez más fragmentado, credibilidad institucional cuestionada, sin operadores políticos y abstraídos de la realidad de la calle, la cosa no pinta bien y esto último lamentablemente ralentizara toma de decisiones de inversores y consumidores, y si eso es así, este ano la sacaríamos barata si tan solo creciéramos como el ano pasado. Ojala me equivoque.
A mi entender no hay empleos dignos y menos indignos, salvo que aquella que se hacen fuera del orden jurídico, en tal sentido el informal que crea su pequeña fuente de ingresos es mas digno que aquel que sale a buscarlo y rogarlo, aclarado esto. Debo indicar el buen análisis que hace nuestro amigo BURNEO sobre el derogatoria de la Ley Pulpin y la situación macroeconómica actual; sin embargo, creo que el Mercado Laboral como todo mercado se rige por la oferta y demanda y dentro de ello, la calidad y precio en ambos lados, por tal motivo, debo afirmar que los TRABAJOS NO SE CREAN POR LEY, ni sus condiciones se solucionan con reglamentos. En el 1ER. Gobierno de ALAN GARCIA, se denominaban PAQUETAZOS, aquellas medidas económicas dirigidas a aumento mensual de sueldos y salarios, devaluaciones, minidevaluaciones, dólar MUC, etc y nos llevó al DESASTRE hasta tocar suelo. Con TOLEDO, salieron los PAQUETES, que terminaron dando buenos resultados hasta sacarnos de la recesión y un crecimiento del 6 %, con HUMALA, aparecen los PAQUETITOS, 3º o 4 en los últimos 12 meses, deficientes y tardíos y ello sumado la fragmentación congresal, merma de las exportaciones, disminución del consumo interno, baja de la producción por mayor stock, disminución de las exportación y déficit en la balanza comercial y fiscal, el panorama como Ud. Amigo BURNEO lo pinta, la cosa se pone negra. Por eso concuerdo con Ud. En todos análisis y le agradezco que siempre nos haga llegar sus opiniones.