Con la finalidad de dinamizar el consumo privado y así revertir la actual desaceleración de nuestra economía, el gobierno impulso 2 iniciativas relacionadas a poner más dinero en el bolsillo de la gente: Exonera de descuentos a las gratificaciones , a la vez que los aportes del empleador para ESSALUD (9% de la planilla) serán transferidos al trabajador y además se reducen a 4 sueldos, el mínimo que este debe dejar inmovilizado en su cuenta de CTS, (como antes el mínimo era 6, la mayor disponibilidad será de cuando menos 2 gratificaciones) . La idea detrás de estas 2 iniciativas es vía mayor ingreso disponible, aumentar el consumo, Veamos el detrás de cámaras económico de esto.
Al margen que el Poder Ejecutivo planteaba que estas medidas sean solo temporales, el Congreso decidió que sean permanentes, por lo cual el efecto financiero adverso sobre Essalud y los fondos de pensiones será estructural. El no descuento a las gratificaciones para aportes al sistema previsional, implicara menos fondos destinados a pensiones sea en el SNP o el SPP, con lo cual se generaran pensiones futuras mas bajas; excepto que se plantee un ajuste al alza de los aportes tanto al SNP como al SPP, De alguna manera se estaría priorizando consumo presente en detrimento de consumo futuro.
Por otro lado, el traslado al bolsillo del trabajador del aporte del 9%, pasa una factura para nada pequeña a Essalud: Solo en 2014 S/. 800 millones y del 2010 al ano pasado S/.4,193 millones de menores ingresos; este impacto financiero adverso debe contextualizarse con el hecho que el 48% de los adultos mayores a 65 años son afiliados a Essalud y un 36% de la población cubierta por esta institución; de tal manera que si próximamente no se eleva la actual tasa de aporte (9%), lo que vendrá a continuación es una degradación aun mayor del servicio asistencial prestado; el tema es que elevar la tasa de aporte encarecerá el costo de la mano de obra formal, generándose incentivos a una mayor informalidad laboral, hoy en un 56.4%.
Mirando con algo más de detalle sobre el impacto de la decisión tomada sobre Essalud, el aporte promedio hoy es de S/. 59.8 a soles de 2009 (apenas 0.8% mayor que en 2014), este se verá reducido, pero este efecto adverso seria expandido en tanto la población asegurada crece a un 7% anual. En suma, sigue creciendo el número de demandantes del servicio, pero pagando menos cada uno, no siendo esta afectación temporal sino permanente; así el dilema degradación de servicio o mayor tasa contributiva esta más que cantado. Otro tema discutible, es el relacionado al momento en que se facilita una mayor disponibilidad de la CTS al trabajador, puesto que ello implicaría generarle un problema futuro, porque en un contexto de desaceleración económica el tiempo de búsqueda de empleo tiende a ser mayor……justamente cuando se cuenta con una menor disponibilidad de CTS que es una suerte de seguro de desempleo para el que perdió la chamba.
Al final, las dos iniciativas que comentamos, buscan poner más plata en el bolsillo de la gente y así propulsar el consumo privado (62% del PBI), más cuando aún no están optimistamente alineadas las expectativas, la gente ve aumentado su ingreso…y ¿Lo gasta o es más prudente y lo ahorra o prepaga deudas? sobre el particular ya hay información levantada que señalaría que una mayoría (75%) estaría optando por lo segundo (Gestión 11-05-2015). Mirando los adversos efectos financieros frente a inciertos beneficios macro, ¿Valdrá la pena?