Dada la actual tendencia alcista del dólar que data de cuando menos 1 ano y medio atrás, seria útil referir algunos factores explicativos de esta tendencia actual,, que al parecer tiene para quedarse un buen tiempo, y frente a ello lo que hoy viene haciendo el BCRP para moderar no solo la volatilidad sino algo de la tendencia también, accionar que si bien es funcional al cumplimiento de su objetivo único, cual es la estabilidad de precios, esta a su vez planteando al ente emisor varios dilemas macroeconómicos, algunos de los cuales referiré en esta nota.
La actual tendencia devaluatoria que en el Perú data de hace año y medio, responde fundamentalmente a factores que no controlamos: Próxima suba de la tasa de interés gringa que ya origina una menor entrada de capitales a países emergentes como el Perú, caída de precios de comoditas reforzando así la menor disponibilidad de divisas, por otro lado si bien es cierto que esta tendencia es común a los emergentes, esto es fortalecimiento del dólar (reforzado también por la reciente devaluación del Renminbi) este tiene como reverso de la medalla devaluaciones de las monedas de los emergentes, aunque de distintas magnitudes, por ejemplo en los últimos 12 meses, la devaluación nominal del sol (TC bilateral) (14.2%) fue bastante menor por ejemplo que la ocurrida en el resto de miembros de la Alianza del Pacifico: Chile (17.2%),México (23.7%), Colombia (54.2%).
Ello no solo implica que nuestras exportaciones pierden competitividad cuando menos por factor financiero en dicho mercado (en mi opinión alternativa importante para dinamizar nuestra economía vis comercio intrarregional), sino también esta menor devaluación relativa, exacerba el exceso de demanda sobre el nuevo sol, siendo esto un nuevo foco de presión por una mayor demanda de dólares que debe enfrentar nuestro banco central, el cual frente a esta demanda aumentada por dolarucos, ha estado vendiendo dólares parte de su posición de cambios, o alternativamente para evitar reducir esta y con ello las reservas internacionales, ha venido promoviendo la opción de swaps cambiarios, o certificados de deposito reajustables. Y de esto surge un primer dilema: Todas las opciones antes referidas tienen topes de uso, por un lado por la afectación al nivel de la posición de cambios y reservas internacionales o en cuanto a los dos últimos, en tanto reduce los grados de libertad para el manejo de la liquidez futura, piénsese por ejemplo que cuanto mayor sea el monto de certificados de depósitos reajustables por parte del BCRP, se compromete hoy la magnitud futura de la liquidez al vencimiento de dichos certificados; es algo así como si el espacio de manejo de la liquidez futura, se redujese a partir de decisiones tomadas en el presente.
El otro dilema que enfrenta el BCRP se refiere a que la devaluación del sol conforme incremente las expectativas inflacionarias, va a originar presiones mayores para un más rápido retiro del actual estímulo monetario, visto a partir de la mantención desde hace buen tiempo de una inamovible tasa de interés de referencia hoy en 3.25%. Una suba de esta tasa, afectaría adversamente la demanda en la economía, ocurriendo esto en el momento menos indicado no solo por la desaceleración económica sino también porque actualmente el producto estaría creciendo por debajo de su potencial.
Creo que las decisiones que tome el BCRP frente a dilemas como los mencionados, se constituirán como excelentes ejemplos de libro de texto, sobre el significado del concepto costo de oportunidad, pero medido en términos macroeconómicos.