De: Kurt Burneo Farfán
Publicado en el Diario Gestión
Estas últimas semanas han estado plenas de noticias y comentarios sobre nuevas leyes que permiten a los afiliados tanto en la fase de ahorro como en la de jubilación, a retirar sus fondos de sus Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs). Notoriedad, a pesar que implica a solo 31% de toda la población económicamente activa (PEA). Estas posibilidades de retiro de fondos, para los afiliados a las Administradoras de Fondos de Pensioness (AFPs) fueron saludadas por los afiliados, pero ¿Porque son tan populares? ¿Qué responsabilidad tienen las propias AFPs y el Estado para explicar las evidentes limitaciones del Sistema Privado de Pensiones (SPP) en el que se desenvuelven las AFPs?
Un afiliado al SPP compra el servicio de administración de sus fondos previsionales a una empresa llamada AFP, y esto le cuesta en promedio 1.61% de su salario, ¿un poco carito no? Porque esta comisión es 1.20% en Colombia y 1.28% en Chile. Obviamente si es más caro lo que paga, su expectativa de calidad del servicio es mayor (más aun cuando en el mercado no hay competencia), y uno de los resultados que el afiliado mira con sumo interés es la rentabilidad. Anualizada a mayo de 2016 y ajustada por riesgo, la del Fondo 3 estuvo entre 0.34 y 0.11, la del Fondo 2 entre 0.92 y 0.55 mientras que la del Fondo 1 entre 2.38 y 1.56. Como vemos las rentabilidades son bastante pequeñas y lo son mucho más si la comparamos con las rentabilidades de las propias AFPs como empresas: Entre mayo 2015 a mayo 2016, su ROE paso de 13.5 a 14% en tanto el ROA de 17.5 a 18%; ¿Un poquito distinto no? El asunto de fondo que explica lo anterior, es que el cobro de comisión de la AFP es independiente de la rentabilidad del fondo que administra, por lo cual incluso han habido periodos donde la rentabilidad del fondo era negativa, pero dado que el cobro de la comisión era en automático…el afiliado pagaba para perder….Como que esto no es muy gracioso y por eso que era explicable que el rostro de muchos de nosotros afiliados al SPP se parecieran mucho al de los-“Angry Birds”
¿Qué iniciativas efectivas desarrollaron las AFPs para al menos en parte reversar este descontento? Yo diría muy poco o casi nada, por la sencilla razón de la casi nula competencia a las 4 AFPs existentes, y es que la competencia si promueve mercados más eficientes, sino miren a bancos y aseguradoras que hoy si ofrecen productos previsionales alternativos a los 3 que disponían los jubilados hasta antes de la promulgación de la ley que posibilita el retiro de hasta el 95.5% de sus fondos, ¿Alguien supondría que la competencia por estos fondos surgió de una mágica conversión en empresarios “schumpeterianos” de bancos y aseguradoras que están buscando captar los fondos de los jubilados a las AFPS?
¿Y frente a esto que hizo el Estado? En economía una de las formas en que ocurre una falla de mercado, es cuando pocas firmas pueden influenciar en el precio, y a esto se llama Poder de Mercado, al respecto, las recientemente promulgadas leyes que permiten el retiro del 95.5% del fondo al jubilado y del 25% para pago de hipoteca o cuota inicial de vivienda a cualquier afiliado a una AFP, son solo paliativos cuando lo que realmente se necesita es reformar el sistema no solo privado sino del íntegro del sistema previsional peruano; sino solo pensemos en el mayor desfinanciamiento del sistema público (de reparto) administrado por la Oficina de Normalización Previsional (ONP) -ya financiado en un 72% por presupuesto público (o sea por nuestros bolsillos)- cuando atraídos por la disponibilidad efectiva de sus fondos en el SPP, ningún trabajador activo optara por quedarse en el sistema público. Se necesita reformar todo el sistema previsional, pero incluso este seguirá tratando la problemática de un segmento minoritario de trabajadores (1/3 de la PEA) sino se revierte el nivel de informalidad laboral en el país, la baja densidad de los aportes, como también considerar el incremento de la esperanza de vida de la población. De las actuales 2 millones de personas, mayores de 65 años, el 43% no cuentan con una pensión mensual para su vejez; un 27% recibe una pensión de la ONP, un 23% recibe una pensión de Pensión 65 y sólo un 7% recibe una pensión del sistema privado de pensiones SPP; seguir con paliativos es garantía del agravamiento futuro de esta mala foto para nuestros adultos mayores.
Julio 6, 2016
Observaciones a los sistemas de pensiones públicos y privados del Perú:
1. En el SPP las comisiones de administración y tesorería -de entre 1% y 2%- se aplican a los salarios de los ahorristas, cosa espantosamente torcida y consentida por el Estado, cuando en los países desarrollados los niveles de comisiones van del 0.0% al 4.5% de los montos aportados al fondo más 0% a 0.5% al año aplicado al saldo computado diariamente al 1/365 sobre su valoración al cierre de la bolsa.
2. Hay seguramente cientos de miles de peruanos y otros ciudadanos del mundo sin posibilidad de recibir pensión alguna, ya sea porque «no aportaron lo suficiente en términos de años» y el Estado del caso decidió quedarse con sus aportes «de acuerdo a ley» o porque lo hicieron en más de un país, hecho que no les permite jubilarse en ningún país en ausencia de un tratado internacional que consolide todos los aportes hechos y permita la jubilación en el país que el ahorrista determine, cosa tremendamente injusta.
3. Ninguno de los sistemas previsionales del Perú incluye aportes complementarios por el Estado a las pensiones al momento de la jubilación o al fondo antes de la jubilación, destinados a asegurar niveles de consumo dignos al jubilado.
4. Si bien es cierto que si las comisiones del SPP se ajustasen a los resultados de las gestiones de los fondos por las AFP resultaría en una actitud más conservadora por parte de ellas en las inversiones que hacen con los fondos de los ahorristas, reduciendo la tasa efectiva de retorno a lo largo del tiempo, habría seguramente mayor estabilidad, menos volatilidad, y menos pérdidas para los ahorristas, con mayores pensiones al momento de su jubilación. Esto sería aún más así si la reacción de las AFP sería la de contratar a financistas más capacitados y competentes para elevear el retorno con meor riesgo y también sus comisiones. No es tolerable que pobrísimos resultados para los ahorristas sean compensados con enormes tasas de retorno sobre el capital de las AFP
Sería bueno poder editar los comentarios de uno mismo.
Julio 6, 2016
Observaciones a los sistemas de pensiones públicos y privados del Perú:
1. En el SPP las comisiones de administración y tesorería -de entre 1% y 2%- se aplican a los salarios de los ahorristas, cosa espantosamente torcida y consentida por el Estado, cuando en los países desarrollados los niveles de comisiones van del 0.0% al 4.5% de los montos aportados al fondo más 0% a 0.5% al año aplicado al saldo computado diariamente al 1/365 sobre su valoración al cierre de la bolsa.
2. Hay seguramente cientos de miles de peruanos y otros ciudadanos del mundo sin posibilidad de recibir pensión alguna, ya sea porque “no aportaron lo suficiente en términos de años” y el Estado del caso decidió quedarse con sus aportes “de acuerdo a ley” o porque lo hicieron en más de un país, hecho que no les permite jubilarse en ningún país en ausencia de un tratado internacional que consolide todos los aportes hechos y permita la jubilación en el país que el ahorrista determine, cosa tremendamente injusta.
3. Ninguno de los sistemas previsionales del Perú incluye aportes complementarios por el Estado a las pensiones al momento de la jubilación o al fondo antes de la jubilación, destinados a asegurar niveles de consumo dignos al jubilado.
4. Si bien es cierto que si las comisiones del SPP se ajustasen a los resultados de las gestiones de los fondos por las AFP esto resultaría en una actitud más conservadora por parte de ellas en las inversiones que hacen con los fondos de los ahorristas, reduciendo la tasa efectiva de retorno a lo largo del tiempo, habría seguramente también mayor estabilidad, menos volatilidad, y menos pérdidas para los ahorristas, con mayores pensiones al momento de su jubilación. Esto sería aún más así si la reacción de las AFP a este cambio sería la de contratar a financistas más capacitados y competentes para elevear el retorno con menor riesgo y también sus comisiones. No es tolerable que pobrísimos resultados para los ahorristas sean compensados con enormes tasas de retorno sobre el capital de las AFP
5. En cuanto a la libertad de los ahorristas de decidir en qué instrumentos o activos se deben invertir sus ahorros previsionales, es evidente que debe ampliarse el abanico de opciones, especialmente en lo concerniente a la adquisición de bienes raíces, especialmente viviendas, sobre todo viviendas a ser habitadas por ellos, creándose una hipoteca -sin intereses- sobre la vivienda a favor de su cuenta previsional por el plazo que mejor convenga y corresponda a los ingresos de cada ahorrista y su capacidad de amortizar la hipoteca, sin penalidades de ningún tipo, de modo que se incentive el ahorro y se mantenga el valor y finalidad de la cuenta previsional, ofreciendo la AFP servicios de agenciamiento de bienes raíces, y mantenimiento de la vivienda, por cuenta del ahorrista comprador. Como incentivo al buen pagador se crearía un sistema de lotería, sólo para éstos, financiado por pequeños aportes por todos los ahorristas compradores.
6. Los aportes a las cuentas previsionales deben ser deducibles en el cómputo del impuesto a la renta, y además las pensiones deben estar exentas de este impuesto por lo modesto de sus montos en general. La idea de las pensiones es permitirle al jubilado la continuación de una vida económica digna.