Un tema macroeconómico, de actualidad en el Perú, es el referido al déficit fiscal, cuya proyección pasiva lo ubicaba en agosto en alrededor de 3.4% del Producto Bruto Interno. Para reducirlo, si la actividad económica no crece más rápido, no hay forma que los ingresos fiscales se dinamicen, por lo cual tal como estaría ahora ocurriendo, está primando la aplicación de recortes al gasto público (DS 272-2016-EF), justo cuando más necesitamos impulsar la demanda. Veamos este tema.
No es novedad que esta administración recibió una economía en curso de desaceleración, siendo un icono de ello probablemente la sostenida caída libre de la inversión privada desde el 2014, caída que de acuerdo a la evidencia empírica peruana está muy conectada con rezago, con la caída del poder adquisitivo de nuestras exportaciones en términos de las importaciones (Términos de intercambio) los cuales han venido reduciéndose sostenidamente desde el 2012, pero desde julio de este ano en adelante ha comenzado a mostrar variaciones positivas. Esta conexión rezagada de la evolución de los términos de intercambio y la inversión privada (20.9% del PBI), no excluye el rol de las expectativas sobre esta última. Así observando la encuesta de expectativas macroeconómicas del BCRP de octubre 2016, se está produciendo un deterioro de las expectativas de los empresarios sobre la situación económica del país a 3 y 12 meses: El tramo optimista bajo de 62 a 61 puntos, en el primer caso y de 75 a 74 puntos en el segundo. Dados estos dos factores encontrados sobre la inversión, hay que movernos en puntita de pies para lograr apuntalar la demanda interna, no debiendo hacernos muchas ilusiones con el desempeño del consumo privado (63.5% del PBI); en tanto estimo una reducción del impacto del producto sobre el empleo (Elasticidad empleo/PBI) promedialmente calculada en 0.4 puntos. Fundamento el debilitamiento de este coeficiente, respondería a la ocurrencia de factores que disuaden la contratación laboral, así como la poca predictibilidad de las sentencias relacionadas a diferendos laborales, y también por el empeoramiento de las condiciones para contratar y /o despedir colaboradores. Según el World Economic Forum (WEF), pasamos del puesto 32 hace algunos años al puesto 9no. Otros componentes de la demanda interna como el consumo e inversión publica, el primero ha venido desacelerándose en tanto esta última ha contrayéndose. Posteriormente, en los 2 primeros trimestres de este ano, ambas han venido teniendo un ligero grado de recuperación.
Considerando, la evolución descrita de los componentes de la demanda interna, las decisiones de política fiscal y sobre indicadores de esta son particularmente relevantes. Sobre esto último sugiero revisar la intención de modificar la ley de Responsabilidad y Transparencia fiscal. En el marco de las facultades delegadas, en lo que respecta a sustituir, la meta fiscal calculada en términos estructurales (considera ingreso permanentes) por una meta fiscal medida en términos observados (considera ingresos corrientes). De prosperar esta modificación, ello podría equivocadamente direccionar la política fiscal hacia una de carácter procliclico. Solo a manera de ejemplo, una nueva caída de los precios de commodities, dada la retracción del ingreso fiscal resultante, traería aparejada una contracción del gasto, en aras de cumplir la meta fiscal, agravando así el efecto económico contractivo.
Sería deseable entonces, no perder de vista que una política fiscal contractiva pasa factura en términos de la demanda interna, demanda ya debilitada por la sostenida retracción de la inversión privada, retracción que si bien podría revertirse por la recuperación de los términos de intercambio, tal recuperación podría mediatizarse por un agravamiento adverso en las expectativas, riesgo cuya probabilidad podría ser mayor, de ocurrir cualquier choque exógeno adverso, dado el carácter pro cíclico que detentaría la política fiscal de prosperar la modificación del carácter del déficit fiscal meta. Si de sugerir dos conceptos a tener en cuenta en el manejo fiscal actual, señalaría: Gradualidad y reglas estables