Camino a enfriarse. Es lo que se desprende de un reciente señalamiento del Ministro de Economía respecto al menor crecimiento del PBI de 4.8 a 3.8%, producto del adverso efecto Odebrecht (y de paso originado también por el accionar de otras constructoras brasileras) sobre la inversión en infraestructura. Asumamos que los efectos directos e indirectos sobre la demanda interna y el PBI pueden costar hasta 1 pto del crecimiento tal como el Ministro dice; ¿No hubiese sido mejor dar el estimado de este costo sobre la actividad económica, junto a una propuesta de medidas claras de política macro para revertir lo anterior? Las expectativas cuentan y mucho en economía. Veamos este asunto.
Directamente la postergación de los US$ 950 Mills del Gasoducto del Sur y la dilación de otros proyectos de infraestructura producto del efecto Odebrecht (firma vista ahora, como una suerte de rey midas al revés) , de acuerdo al Ministro ello podría pasar una factura de 1 pto del crecimiento del PBI para este ano,, pero en aras de ese realismo, indispensable determinante en la formación de expectativas en los agentes económicos; quedarse solo en el anuncio, sin presentar a la vez una propuesta articulada de política económica para revertir la actual desaceleración pronosticada, en mi opinión es haber desaprovechado una oportunidad para oportuna y rápidamente amortiguar la desaceleración oficialmente reconocida.
El énfasis solo en las penurias venideras, da la sensación de poca proactividad; condición ultima fundamental para anticiparse a problemas producto del adverso efecto Odebrecht, que ya se venían venir desde que el año pasado en Brasil. Cuando esta firma era objeto de investigación y sus principales directivos puestos en la cárcel. Previéndose una reactiva reacción, ¿Alguien tiene alguna duda que la administración gubernamental actual va a revisar prolijamente en cuanto a infraestructura no solo las APPs, Obras por Impuestos y Concesiones otorgadas, así como todos sus procesos técnicos y de selección implicados? No olvidemos que en la omisión de denuncia también es penada, con lo cual la ralentización de la inversión pública –que en el 2016 se contrajo- está más que cantada. Adicionalmente, considerando la relación de complementariedad entre inversión pública y privada, la desaceleración de la primera afectara también adversamente a la segunda. Se necesita adoptar proactivamente acciones claras y creíbles hoy, para cambiar este contexto macro que no pintaría bien. El rol crítico de la evolución de la inversión privada está detrás de la proyección de la demanda interna en 4% según el BCRP y 3% según un banco privado para el 2017.
Y lloviendo sobre mojado, al debilitamiento de la demanda interna producto de la ralentización de la inversión pública y privada, se agrega otro efecto adverso adicional sobre la demanda: La presión sobre costos y precios internos, resultado no solo a) de la suba del precio internacional de la leche en polvo, maíz y soya; sino también b) de la menor disponibilidad de productos agrícolas, dada la mayor cantidad de lluvias que ha originado la interrupción de vías de transporte terrestre; ambos factores definen un choque adverso de oferta; factor frente a lo cual nuestro BCRP, no tiene mucho por hacer. La mayor inflación de enero reducirá salarios reales, consumo privado y demanda interna.
De lo expuesto, resulta más que urgente presentar por parte de las autoridades económicas una propuesta creíble y mensurada de medidas de política, que vayan más allá de las generalidades como nuevas APPs, obras por impuestos o destrabes de proyectos; habida cuenta que no hacerlo; tendrá como resultado directo, el no mejoramiento de las expectativas garantizando la continuación de la actual desaceleración de la economía. Expresiones de realismo económico sin una creíble propuesta de política macro para enfrentar el problema presentado, genera más incertidumbre que certezas de resolución; de allí que, un manejo poco pensado de las expectativas es replicar figurativamente parte del estribillo de una antigua canción que cantaban nuestros abuelos: …No juegues con el diablo, que el diablo tiene candela …