Kurt Burneo
Está por cumplirse el primer año de la administración de PPK, en medio de una economía desacelerada, resultado básicamente del debilitamiento de la demanda interna. Frente a ello no solo se debe rectificar errores de la política macro sino a la vez cambiar las formas de gestionarla. Veamos esto.
Hay errores de política que deben ser revertidos, señalemos algunos: El nuevo régimen tributario dirigido a las Mypes, que muy poco ha servido para formalizarlas. Hasta la fecha de 377,000 nuevos inscritos en este régimen; 322,000 provienen del régimen general donde pagaban 30% de tasa impositiva por renta y ahora acogidos en el nuevo régimen pagarían solo 10%; al final esta discutible iniciativa adoptada por el ministro anterior, reduce los ingresos fiscales, y ello empieza a constituirse como el principal factor explicativo del déficit fiscal y no por un mayor gasto ejecutado. Así, este déficit proyectado -3% para este año-, no tendría impulso reactivador. En línea con la caída del gasto, la inversión pública a junio se contrajo en -4.7%. Al enfriamiento de la demanda interna por el lado fiscal, sumemos lo que pasa con la inversión privada: Desde hace 3 años esta ha venido cayendo., incluso el BCRP pronostica que este año se retraerá en -1.7% por año, ello ocurre, a pesar de la actual reducción de la tasa de interés; para qué tomar un crédito -por más barato que este sea- cuando la ampliación de la capacidad de planta o de capital de trabajo, resultado de la aplicación de los fondos prestados, deja de tener sentido dada el debilitamiento del mercado por atender. Por otra parte, es sabida la relación de funcionalidad entre la inversión pública y la privada, en tanto la primera por ejemplo al generar nueva infraestructura, abre la trocha para que entre la inversión privada. A todo esto vale la pena advertir, que en el 2do semestre de este año por efecto estadístico –dado el ajustón fiscal en el último trimestre 2016-, previsiblemente los números de la demanda interna podrían ser mejores que los del 1er semestre de este año, en este caso, separemos la paja del trigo.
Por otra parte , dada la inercia proveniente del hecho que en el 2016 la mitad del 3.9% de crecimiento fue explicado por sectores poco intensivos en mano de obra como es minería e hidrocarburos, esto explica una repercusión marginal sobre la economía urbana y por tanto sobre el empleo formal, el cual viene cayendo, si a eso le adicionamos el actual estancamiento del crédito, no sería de extrañar que el consumo privado crezca por debajo del 2.5% pronosticado por el BCRP en su último reporte inflación (habiendo crecido un 3.4% en el 2016) , no perdamos de vista que el consumo privado representa el 64% del PBI .
Otra acción importante, es revertir la actual regla fiscal, basada en el déficit observado, pues si bien esta da más flexibilidad en el diseño de políticas, a la vez esta da menos opciones de manejo fiscal contra cíclico, respecto a la (derogada) anterior regla basada en el déficit estructural.
El otro determinante tan o más importante , es la optimización de las formas de como el Ministro de Economía comunica –y no solo informa- las decisiones de política macroeconómica, coadyuvando a generar confianza, sobre la base de metas de crecimiento plausibles y explicación clara sobre el cómo serán logradas,- . Este asunto de los estilos de gestión no es trivial, y conociendo al actual Ministro, estoy seguro que dará lo mejor de su profesionalismo para no sólo enmendar errores sino también para darle a la gestión conductiva del MEF un carácter más Ejecutivo. Estos componentes de fondo y forma en la política macro, resulta absolutamente indispensable para que los inversores recobren la confianza, escurridizo factor en estos tiempos.
Es evidente que el Perú está en recesión económica. ¿Porqué nadie lo dice? ¿O estoy sordo? Si no lo reconocemos, no podremos salir adelante con la rapidez y solidez necesaria.