Esta vez, tema obligado por estos días es el relacionamiento de los eventos de la política con la marcha de la economía. Definiéndose mañana en el Congreso la continuidad o no del Presidente de la República, vale la pena señalar los probables efectos económicos resultantes, tanto en el antes y el después de la venidera decisión congresal.
Una primera advertencia: La inestabilidad política actual, puede deteriorar expectativas y de allí a la economía. Como nadie tiene certeza sobre el futuro, los agentes económicos formulan sus expectativas, las que a su vez condicionan sus decisiones actuales. Opuestamente, los fundamentales, sustentados en base a las proyecciones del último Reporte de Inflación del BCR, indicarían una proyectada recuperación de la demanda interna en 4.4% -en 2017 crecería 2.2%- recuperación basada en una inversión privada que crecería en 6.5%, – 0.6% en el 2017-; en tanto la inversión pública lo haría en 12.5% – 6% en 2017-. Pero no olvidemos que estas predicciones están sujetas a determinados supuestos para su formulación, y uno de ellos justamente trata justamente sobre las expectativas de los empresarios, por el lado de la inversión privada y una continua capacidad de gestión por el lado de la inversión pública.
Exploremos un poco en el antes. Luego que a partir de documentación exhibida por el Congreso y evidenciándose en una mayoritaria, voluntad para declarar la vacancia presidencial, se observó en estos días algo más de volatilidad en la bolsa de valores –bajó 3.1% y 0.35% el último jueves y viernes- y una ligera tendencia a la devaluación del Sol frente al dólar -el viernes el sol se devaluó en 1.73%-, producto del requerimiento de cobertura por parte de los extranjeros tenedores de bonos soberanos por S/ 37,773 Mills. Y creo que en cuanto importantes movimientos atípicos de variables económicas paro de contar.
Estas volatilidades incrementadas serian temporales en tanto predominarán los fundamentals de nuestra economía: Cuentas fiscales y externas sólidas, inflación dentro del rango, posición de cambio y reservas internacionales en magnitudes importantes etc… De allí que dichas volatilidades no sean sostenibles en el tiempo, como en el caso de la bolsa; mientras que en el caso del tipo de cambio, el BCRP cuenta con una holgada Posición de cambios de US$ 35,472 Mills al 12 de diciembre, como capacidad de intervención, En adición el BCRP, cuenta con otros instrumentos de intervención en el mercado cambiario, como los certificados de depósitos reajustables. Independientemente de lo anterior, esta temporalidad de las volatilidades, se mantendrá, siempre y cuando el proceso de Vacancia presidencial iniciado en el Congreso, se ajuste estrictamente a la normatividad prevista en la Constitución Política del Estado. Cualquier desvío respecto los procedimientos allí establecidos, o incluso respetando lo anterior, pero llegándose a la situación de adelanto de elecciones y/o cualquier festinación de procedimientos; sí podría cambiar el carácter temporal de los desvíos de las variables reportadas, y ello obligaría a una revisión a la baja de la tasa de crecimiento del PBI para el 2018 proyectado en 4.2% según el BCRP.
Una expandida corrupción origina desconfianza extendida y ralentiza la economía, puesto q inversores y consumidores postergan sus decisiones esperando el desenlace de la crisis política actual, De manera similar, el no respeto a los procedimientos constitucionalmente establecidos y/o festinación de procesos existentes respecto a la vacancia presidencial, nos conducen a la senda de más desconfianza y deterioro de expectativas. ¿Es posible reducir estos efectos dañinos sobre la economía? Pienso que sí. Todo está en la forma y fondo de las decisiones por adoptar por el Congreso mañana. Como dice la antigua canción: No juegues con el diablo q el diablo tiene candela….
A pesar de las dificultades actuales Felices fiestas para todos. Mi próxima columna se publicara el miércoles 03 de enero.