Kurt Burneo
Buenas nuevas. La economía peruana creció 7.81% en abril; así entre enero-abril de este año creció en 4,40% y durante los últimos doce meses, creció 3,31%; no obstante el índice desestacionalizado de la producción nacional de abril 2018, creció 1,81%. Por cierto, el crecimiento estuvo por encima de las expectativas de indicadores adelantados -entre 6% y 7%-; además es la tasa de crecimiento más alta desde abril del 2013, cuando el PBI aumentó 8.7%. La pregunta es ¿Cuál es la propuesta de política macroeconómica, para que finalmente se acelere sostenidamente el crecimiento del PBI, y no estemos frente a un efímero fogonazo?
Mirando al interior de la tasa de crecimiento del PBI en abril, más de la mitad (4.44%) del crecimiento en dicho mes respondió a la participación de sectores como manufactura (2.45%), comercio (0.56%), construcción (0.55%), transporte (0.45%), finanzas y seguros (0.45%). Lo común a estos sectores no primarios, es ser intensivos en mano de obra, con efectos directos sobre el empleo y la economía urbana ,generándose un circulo virtuoso, pues salarios y el empleo que se demanda, definen la masa salarial que vía el consumo privado propulsa la demanda interna y el PBI en el corto plazo. En los meses siguientes ¿Se repetirá no sólo esta alta tasa sino también su estructura basada en sectores no primarios. Como los reportados en abril, casi en automático sin necesidad de hacer nada? Cabe mencionar también, que la alta tasa de 7.81% abril, se explica también por un efecto estadístico, al tener como base comparativa la variación del PBI en abril 2017 ,0.4%, justificándose esta tasa baja, a partir de las primeras consecuencias del fenómeno del Niño costero. Adicionalmente la tasa alta de abril 2018 respondería también, por la existencia de dos días laborables adicionales por los feriados de semana santa.
El reto es sostener en el tiempo, la aceleración del crecimiento, y estará asociada a la gestión macroeconómica, definida por las política fiscal y monetaria, esto en c0ntraposición con el señalamiento de algunas autoridades económicas, que señalan que seguiremos creciendo sin hacer nada, y claro le faltó decir como en el antiguo vals Parlamanias: las corvinas sobre las olas nadaran fritas con su limón. Esto último me hace recordar al Ministro de Economía, que en el 2011 le prendía velitas a China para que esta no se desacelere. Al final gastó por las puras sus velitas, porque China terminó desacelerándose, sin que el MEF hubiese tomado indispensables medidas macro prudenciales, como debía haberlo hecho: Las velitas se terminan y el boom de precios de metales también.
La reciente proyección del MEF en abril era 3.8%. Y estando en revisión las proyecciones hacia fines de agosto. Dado que en dicho mes debe presentarse el Macro Macroeconómico Multianual 2019-2021, junto con los proyectos de ley de presupuesto, equilibrio y endeudamiento- extraoficialmente se estaría proyectando crecer entre 3.8% y 4%-. El caso es que el límite de crecimiento anual sin presiones inflacionarias importantes, viene condicionado por el producto de pleno empleo o producto potencial, el cual a su vez depende del stock capital físico y humano y por productividad laboral. Como la inversión privada hasta hace poco venía en caída libre y sumada a la destrucción de capacidad productiva como efecto del Niño costero, se redujo el producto potencial o de pleno empleo de 6 al 4%. Frente a lo descrito, ¿Cuál es la propuesta de política macroeconómica? ¿O como en el 2011, sólo se volverán a prender velitas?
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