EXPECTATIVAS: ¿HEMOS TOCADO FONDO?

Una variable fundamental en economía son las expectativas, en tanto dependerán de estas las decisiones por adoptar por parte de los agentes económicos frente a un futuro incierto. En tal sentido, siendo claro que de las expectativas – sean optimistas o pesimistas- dependerán decisiones sobre importantes variables como la inversión privada (20% del gasto agregado) determinante del PBI de corto plazo y del PBI potencial. Por ello creo que podría ser de interés referir algunos eventos que hoy claramente afectan adversamente a las expectativas de los empresarios y a partir de ello también sobre el contexto económico actual y futuro.

Para comenzar, las expectativas medidas por una encuesta mensual del Banco Central de Reserva (BCRP) aplicada a los empresarios referida a la perspectiva futura sobre la economía a 3 y 12 meses), surgen a partir de no saber en general los agentes económicos, que ocurrirá con la economía en diferentes planos temporales.  Al respecto observamos que desde el último trimestre del 2020 en adelante, el deterioro de las expectativas empresariales ha sido sostenido, pudiendo continuar esta adversa tendencia si la incertidumbre se incrementa, por ejemplo, cuanto más  difusas sean las decisiones basadas en políticas públicas anunciadas por el Poder Ejecutivo en el Congreso, con motivo de la investidura al gabinete Vásquez, pugnas al interior del Estado, Investigaciones y detenciones de funcionarios estatales implicados en ilícitos penales del Estado, entre otros  hechos. El previsible resultado es menos certidumbre incrementando el pesimismo sobre las perspectivas de la economía- no sólo a 3 (como ahora) sino a 12 meses también.  Con ello se ralentizarán las decisiones de inversión por parte de los empresarios, siendo esto consistente con una proyección de crecimiento 0 de la inversión privada para el 2022 por el BCRP en su último Reporte Inflación, afectándose negativamente la reactivación económica, y la demanda de empleo resultante por supuesto. A continuación, refiero algunos ejemplos específicos de los eventos adversos referidos líneas arriba.

Pugna Poder Ejecutivo-Congreso. Comportamientos de estos Poderes del Estado enfrascados en una muy conocida frase popular como es el “toma que te doy”; el caso es que durante 2 meses hemos observados múltiples amenazas entre ellos, lo que conlleva explícitamente a inciertos contextos futuros. Un ejemplo de ello es cuando la semana pasada, el Congreso aprobó por insistencia un proyecto de ley, que acota las motivaciones a invocar por el Poder Ejecutivo cuando se plantea la denominada “cuestión de confianza” ante el Congreso. La norma promulgada señala que sólo podrá ser ejercida por el Gobierno cuando se refiera a materias de su competencia, sin afectar “las competencias exclusivas y excluyentes”. A continuación, el Ejecutivo –como era de esperar- presentó una de demanda de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional. El ruido político con afectación adversa sobre las expectativas, no sólo de los inversores es más que esperable.

Pugna medios de comunicación –Poder Ejecutivo. En este primer trimestre de la administración Castillo, un hecho evidenciado es la intermitente y áspera relación con la mayoría de medios de comunicación. Esto no es de ahora, sino que deviene de un existente y aún marcado sesgo a favor de la candidata que perdió la elección, con poco esfuerzo hoy dirigido hacia una mayor imparcialidad en el accionar de ellos, independientemente de señalar la existencia de reales equívocos en la administración Castillo, no tienen los medios similar prolijidad en informar sobre algunas iniciativas positivas, Esta asimetría en el tratamiento de la información  explicaría  en parte una evidenciada reticencia de la administración Castillo, en interactuar con  los medios de comunicación. Por ejemplo, poca difusión tuvo la posibilidad hoy que afiliados que acrediten 10 años de aportes a la ONP accedan a una pensión proporcional de S/ 250, mientras que, si acreditan 15 años, la pensión será de S/ 350. Antes, de no haber aportado 20 años a la ONP, no tenía derecho a pensión alguna. Como vemos la existencia de incertidumbre ya venía deteriorando expectativas, y por lo visto no podemos decir que en estos asuntos hemos tocado fondo…porque podemos seguir cavando.

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