Retos por venir

“La evolución de las tasas de interés mundiales muestra mucha volatilidad, sobre todo para los bonos públicos a largo plazo”.

Habiendo pasado la pandemia del Covid-19, que enmarcada en una alta inflación se originó una  contracción de la actividad económica a escala mundial, -11,2% en el Perú, lo que implicó reducciones sucesivas de las tasas de interés por los bancos centrales, abaratar el crédito y promover la recuperación económica, el hecho es que la recuperación del gasto fue más rápida que la recuperación de la oferta, lo que generó severas presiones inflacionarias, por ello los bancos centrales empiezan a elevar las tasas de interés, con mucha asincronía, constituyéndose un nuevo reto a enfrentar por economías emergentes como la nuestra.

La evolución de las tasas de interés mundiales muestra mucha volatilidad, sobre todo para los bonos públicos a largo plazo. Opuestamente, en las economías de mercados emergentes, las variaciones han sido de menor magnitud promedial a más largo plazo para demostrar que la sensibilidad media de los rendimientos de los bonos soberanos a 10 años de los mercados emergentes se redujo en 2/3 frente a las tasas de interés de Estados Unidos.

La menor sensibilidad respondería en parte por diferencias entre la política monetaria de los bancos centrales de las economías avanzadas y los mercados emergentes durante los últimos años. Los mercados emergentes han estado con más coberturas por la volatilidad de las tasas de interés mundiales.

La resiliencia de mercados emergentes se evidencia en distintas variables con variaciones moderadas: tasas de cambio estables, precios de acciones y diferenciales de los bonos soberanos. Ello explicaría que por ahora los inversionistas extranjeros no presentan grandes salidas de capitales en los mercados de bonos, comparando con contextos anteriores de mayor volatilidad de las tasas de interés mundiales, incluido el caso reciente del 2022.

Muchos mercados emergentes han pasado años buscando optimizar las políticas para moderar las presiones externas y desarrollaron procesos de acumulación de reserva de divisas a lo largo de las últimas décadas. Adicionalmente, muchos países han customizado sus regímenes cambiarios  procurando regímenes cambiarios más flexibles para enfrentar la inflación y la estabilidad de las finanzas públicas.

Pospandemia, muchos de estos bancos centrales en países emergentes aumentaron las tasas de interés, antes que los bancos centrales de las economías avanzadas —existiendo una suerte de interdependencia estratégica—. Es revelador que en promedio los mercados emergentes añadieron 780 puntos básicos a las tasas de política monetaria (llamada tasa de referencia) en comparación con el aumento de 400 puntos realizado por las economías avanzadas. Estos mayores diferenciales de tasas de interés en los mercados emergentes que aplicaron subidas sustantivas de las tasas fueron funcionales a la acumulación de reservas fundamentales, para enfrentar exógenas y adversas variables externas.

Cabe señalar, esta deliberada política de acumulación de reservas no es reciente, data desde el 2002 cuando estábamos en el Directorio del BCRP, bajo la lógica de que más reservas le daba una posibilidad de intervención del BCRP en el mercado cambiario en un régimen de flotación intervenida. Por otro lado, los mercados emergentes deberían seguir cimentando la credibilidad ganada en sus políticas y permanecer vigilantes. Al enfrentarse a una alta volatilidad de las tasas de interés mundiales, sus bancos centrales deberían mantener sus compromisos de establecer metas para la inflación y seguir dependiendo de los datos a la hora de fijar los objetivos.

Mantener la política monetaria dirigida solo en la estabilidad de precios (como el caso del BCRP) implica utilizar herramientas macroeconómicas para sobrellevar las presiones externas, como las del FMI como referentes sobre el uso de medidas de intervención cambiaria y macroprudenciales.

De lo descrito surgirían tres retos básicos:

i) Restricciones cuantitativas en las economías avanzadas reducen la liquidez de los mercados financieros, y podrían originar desordenadas salidas de capital de los mercados emergentes.

ii) Diferenciales de las tasas de interés se están reduciendo, al prever los inversionistas que algunos mercados emergentes bajarán las tasas más rápidamente que las economías avanzadas, lo que eventualmente podría llevar al inversionista a vender  activos de mercados emergentes y direccionar la liquidez hacia las economías avanzadas.

iii) La ralentización económica en los mercados emergentes no se origina solo vía canales comerciales tradicionales, sino también en los canales financieros; a nivel mundial, más prestatarios no pueden hacer frente a los pagos de sus créditos, con lo que a su vez se debilita la cartera de los bancos. Pérdidas por préstamos incobrables en los mercados emergentes son más sensibles a un ralentizado crecimiento económico.

iv) Para los mercados emergentes resultan peligrosas las proyecciones de mercado, asumiendo que los bancos centrales de las economías avanzadas bajarán inexorablemente las tasas este año.

v) Países con mercados financieros pequeños como el nuestro, pero con potencial para la inversión y los países de ingreso bajo, se enfrentan a desafíos mayores, siendo el principal de todos estos, y los altos costos de endeudamiento siguen siendo lo suficientemente altos como para, a efectos prácticos, impedir que estas economías crezcan.

Dado lo anterior, ¿el BCRP y el MEF ya desarrollan planes de acción respecto al cómo enfrentar los retos por venir? Pero hay una precondición: para formular y aplicar política pública, se requiere reducir el enfrentamiento entre los poderes Ejecutivo y el Legislativo, y con una institucionalidad que funcione adecuadamente en una suerte de acuerdo político con objetivos claramente definidos y plausibles, pero esto ya será visto en una próxima columna.

Sorprendentes efectos de la IA

«Además de crear un futuro con menos desigualdad de ingresos, la IA podría ayudar a la mano de obra de otra forma menos evidenciada, aunque profunda».

En mi columna Oikonomía del 15 de enero, señalaba que la inteligencia artificial (IA) sea quizás la herramienta tecnológica más popular en la discusión actual sobre desarrollo tecnológico, mencionaba que decisiones sobre esta podrían tener implicancias sobre importantes variables económicas como la productividad y la concentración de los mercados. Esta vez trataré sobre las implicancias de la IA sobre un tema aparentemente desconectado como la distribución del ingreso. Haré una breve aproximación al respecto.

Pero ¿qué es la inteligencia artificial (IA)? Es la combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano. Hasta hace algún tiempo era una tecnología que todavía nos resultaba lejana y misteriosa, pero que desde hace tiempo está presente en nuestro día a día 24/7 todo el año.

¿Y qué implicancias podría tener la IA en el aumento de la desigualdad de ingresos entre trabajadores en las últimas décadas? Hay importante literatura que refiere que las computadoras y diferentes tecnologías de la información habrían fomentado una mayor desigualdad de ingresos, con la automatización de trabajos regulares de ingreso medio; de paso esto facilitó pugnas al interior de trabajadores con ingreso alto y bajo. El director ejecutivo y el conserje siguen en sus chambas, pero varios oficinistas fueron sustituidos por computadoras (autor, Levy y Murnane, 2003). Miremos los efectos de la IA en dos escenarios.

IA y una mayor desigualdad de ingresos. Los tecnólogos están en la búsqueda de eficiencia y de reemplazar mano de obra, lo que reduce los salarios. Adicionalmente, la IA generativa empieza a producir palabras, imágenes y sonidos, actividades que antes se consideraban no rutinarias e incluso creativas; al interrelacionarse las máquinas con los clientes se generarían los contenidos de campañas de marketing … las recientes huelgas de guionistas y actores en Estados Unidos, quienes exigían que los estudios limitaran el uso de la IA, son un avant premiere del porvenir.

No se trata de un futuro de desempleo masivo. Pero si de mayor desigualdad, a medida que la IA sustituye los empleos con salarios altos, son más los empleados que se ven relegados a trabajos de servicios mal pagados en los que la presencia humana tiene un valor intrínseco, pero la paga es tan baja que las empresas no pueden justificar el costo de inversión tecnológica para reemplazarlos. En este escenario, la desigualdad de ingresos aumenta a medida que el mercado de trabajo se polariza, entre una pequeña élite competitiva y una gran subclase de trabajadores de servicios mal pagados.

¿Es posible una menor desigualdad con IA? Una IA, teniendo su principal impacto en la fuerza laboral para ayudar a los trabajadores con menos experiencia o menos expertos a realizar mejor sus trabajos. Un estudio con 5.000 trabajadores en empleos complejos de atención al cliente en un call center reveló que, entre los trabajadores que contaban con el apoyo de un asistente de IA, los menos cualificados o más novatos fueron los que más aumentaron su productividad (Brynjolfsson, Li y Raymond, 2023). Si los empleadores compartieran estas mejoras con los trabajadores, probablemente la distribución del ingreso sería más equitativa.

Además de crear un futuro con menos desigualdad de ingresos, la IA podría ayudar a la mano de obra de otra forma menos evidenciada, aunque profunda. Pero la IA no solo ofrece la promoción de la productividad y creatividad, genera también importantes preguntas para el mundo.

¿Pero qué es exactamente la IA generativa? La IA generativa es el avance más asombroso logrado hasta la fecha por las tecnologías de aprendizaje automático. Representa un salto importante de la capacidad de la IA para comprender y procesar patrones complejos de datos y promete desatar una ola de creatividad y productividad.

Economía y finanzas

Por otro lado, si bien la IA no es un nuevo concepto en el ámbito de la economía y las finanzas, la IA tradicional (análisis avanzados, aprendizaje automático, aprendizaje predictivo profundo) ha venido procesando cifras, evaluando tendencias de mercados y adaptando productos financieros desde hace tiempo. Lo que diferencia a la IA generativa es su capacidad para realizar análisis más profundos e interpretar datos complejos de una manera más creativa. El tránsito de la IA tradicional a la generativa ha traído como efecto una nueva era de posibilidades en las esferas pública y privada. Los Gobiernos están aprovechando estas herramientas para mejorar los servicios a los ciudadanos y subsanar carencias en la fuerza de trabajo.

Los bancos centrales están tomando nota, al ver que la IA generativa ofrece una mayor capacidad de análisis de enormes cantidades de datos bancarios que permiten perfeccionar los pronósticos económicos y la vigilancia de los riesgos, entre ellos el fraude. Las empresas de inversión están recurriendo a la IA generativa para detectar leves variaciones en los precios de las acciones y en la actitud del mercado. Por su parte, las empresas de seguros están estudiando la forma en que los modelos generativos pueden crear pólizas individualizadas más acordes con las necesidades y preferencias de cada cliente.

Pero la IA generativa ha propiciado también preocupaciones e inquietudes. Un riesgo es la extraordinaria capacidad de la IA generativa para narrar historias que confirman las ideas y los puntos de vista preconcebidos de las personas, lo cual puede amplificar el efecto de las cámaras de eco y de los silos ideológicos. Los delincuentes pueden explotar esta capacidad y utilizarla como instrumento para manipular la política, los mercados y la opinión pública, por lo que nos encontramos en una encrucijada entre la tecnología y la ética.

A manera de conclusión

Las implicancias de las IA también tienen que ver con asuntos aparentemente desconectados como la desigualdad de ingresos y esto es solo el comienzo para la futura formulación de políticas públicas. Advertidos estamos.

Algunas implicancias económicas de la IA

«La IA podría aplicarse a un porcentaje sustancial de tareas que realizan la mayoría de los trabajadores e impulsar sustantivamente la productividad de sus labores».

Siendo la inteligencia artificial (IA) probablemente la herramienta tecnológica más popular en la discusión local sobre desarrollo tecnológico, decisiones sobre esta, seguidamente, podrían tener implicancias sobre importantes variables económicas como la productividad y la concentración de los mercados. Haré una breve aproximación al respecto.

¿Qué es la inteligencia artificial (IA)? Es la combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano. Hasta hace algún tiempo era una tecnología que todavía nos resultaba lejana y misteriosa, pero que, de una parte a la actualidad, está presente en nuestro día a día, 24/7, todo el año.

Miremos primero la productividad. Definiendo esta como el producto por cada unidad de insumo; no obstante, la rápida mejora de las capacidades técnicas de la IA, su adopción por las firmas, además de lenta, se reduce a las grandes… Señalo también que los beneficios económicos de las empresas por el uso de IA podrían ser magros, aún más si estas no adoptan indispensables cambios organizativos y de gestión requeridos para lograr un uso más eficiente de esta. A estos condicionantes al despliegue de la IA, se suma una institucionalidad no preparada para un nuevo contexto tecnológico, pensemos en un régimen jurídico que podría obstaculizar seriamente su dinámica. ¿Como así? En el caso de la IA, hay una gran incertidumbre en torno al alcance de las leyes de propiedad intelectual respecto al entrenamiento de modelos con millones de puntos de datos que quizás incluyan la propiedad intelectual protegida de terceros.

Las leyes de propiedad intelectual podrían llegar a responder con la creación de algo similar a un enredado “guaipe de patentes” que, en los hechos, restringirían que los desarrolladores presenten modelos con datos, sobre los que no tienen derechos claramente definidos. Adicionalmente, los reguladores locales podrían imponer reglamentaciones estrictas que ralenticen la velocidad del desarrollo y la divulgación de la IA. Inclusive podrían verse apremiados por las primeras promociones de desarrolladores de la IA, buscando proteger sus ventajas legalmente obtenidas en el pasado.

Pero ¿cómo hacer posible que la IA facilite un crecimiento más alto de la productividad? La IA podría aplicarse a un porcentaje sustancial de tareas que realizan la mayoría de los trabajadores e impulsar sustantivamente la productividad de sus labores. En esta proyección, la IA se constituye en el avance tecnológico más radical en los últimos tiempos. Adicionalmente, termina complementando a los trabajadores, en vez de reemplazarlos, y les libera para que empleen más tiempo en tareas disruptivas no rutinarias, creativas e inventivas. La IA, para capturar e incorporar el conocimiento implícito producto de la experiencia —pero difícil de articular—, entre las personas y organizaciones, se basa en cantidades enormes de datos recientemente digitalizados. Y en este futuro, gracias al éxito de la integración de la IA con los robots, una parte mucho mayor de la economía podría recibir los efectos de los avances que involucran a la IA. Y así la IA haga posible que la sociedad no solo realice mejor las cosas que ya hace, sino que desarrolle y conciba cosas hasta ahora inimaginables. La IA adecuadamente gestionada es capaz de ayudar al motor mismo de la creatividad y el descubrimiento científico sostenido —matemáticas, ciencia, nuevos avances en IA—, una especie de automejora recurrente que en un momento inicial no fue más que un experimento mental de ciencia ficción.

¿Y qué de la IA y la concentración en los mercados? La concentración en los mercados se mide a partir de la cuota de mercado colectiva de las empresas más grandes de un sector; esta ha aumentado drásticamente en Estados Unidos y otras economías avanzadas. En ellas, las grandes empresas suelen hacer un uso mucho más intensivo de capital y ser más sofisticadas desde el punto de vista tecnológico que sus contrapartes de menor tamaño. La concentración en los mercados aumenta, resultado principalmente de fusiones y adquisiciones, en tanto las firmas buscan producir mayores volúmenes a costo medios y menores —economías de escala—, pero el caso es que solo las empresas más grandes utilizan la IA de forma intensiva en su actividad principal. La IA permite a estas empresas ser más productivas, rentables y grandes respecto a sus débiles competidores. La concentración es también atractiva porque da la posibilidad de detentar poder de mercado.

Por otra parte, el desarrollo de modelos de IA es incluso más caro, como es el caso de la capacidad de cómputo, siendo este un costo inicial importante, que solo las empresas más grandes podrían afrontar, y necesitando también ser entrenados con enormes conjuntos de datos, que las empresas muy grandes ya tienen disponibles gracias a su importante número de clientes; no siendo este el caso de los negocios pequeños. Además, después de entrenar y crear un modelo de IA, su funcionamiento puede ser costoso. Por ejemplo, entrenar el modelo GPT-4 durante su desarrollo inicial implicó más de US$100 millones y requiriéndose aproximadamente US$700.000 diarios para funcionar. En tanto, el costo promedio de desarrollar un modelo grande de IA podría implicar miles de millones de dólares; solo las empresas más grandes y sus contrapartes comerciales  de tamaño similar desarrollarían modelos patentados de IA, como ya lo hicieron Alphabet, Microsoft y OpenAI, y no las empresas más pequeñas. Es así como se refuerza la razón por la cual las compañías grandes se hacen aún más grandes.

¿Hay lugar para ligar la IA en el futuro con menor concentración? Sí. Funcional a esto tenemos los modelos de IA disponibles de código abierto como el de Meta, o Koala, Berkeley. Una combinación de empresas comerciales, entidades sin ánimo de lucro, académicos y programadores individuales podrían generar un ecosistema de IA de código abierto que haga posible un amplio acceso a modelos desarrollados de IA. De esta forma, las empresas menores tendrían acceso a tecnologías de producción de punta, en el sector inaccesible tiempo atrás para ellas.

También podría ser válido que la IA promueva una clase de innovación amplia y descentralizada que se desenvuelve mejor en muchas empresas pequeñas que alternativamente dentro de una sola empresa grande. En consecuencia, podría suceder que se ralentice la senda de ascenso del proceso de concentración, en tanto algunas empresas pequeñas y ágiles podrían reducir o revertir la brecha tecnológica con sus contrapartes más grandes y así recuperar al menos en parte su participación en el mercado.

En suma, a la IA no corresponde darle solo una mirada tecnológica, sino económica también.

Instituciones y la inversión privada

“Lograr reactivar la inversión privada no solo depende de mejorar los factores económicos, además se requiere un ordenado funcionamiento de las instituciones, siendo esto fundamental”.

Si bien el contexto económico de fines del 2023 en nuestro país estuvo marcado por la recesión –aunque de magnitud limitada -0.5% y temporal según el último Reporte de Inflación (RI) de diciembre del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP)– un ejercicio que podría ser útil es referir en qué medida una fundamental variable como la inversión privada para el crecimiento depende de factores no económicos como el funcionamiento de las instituciones, lo que una mejora en la certidumbre y predictibilidad de estas podrían modificar sustancialmente las proyecciones presentadas para el 2024. Veamos brevemente esto.

¿Qué factores económicos básicos explican la dinámica de la inversión privada? La evolución del índice de Precios al Consumidor, el estado del ciclo económico (PBI al alza o baja), las expectativas (lo que los empresarios creen que va a pasar), la dotación de capital físico y humano (trabajadores tecnificados, máquinas, infraestructura y tecnología), la productividad factorial (eficiencia de los factores de la producción), la estabilidad jurídica y cumplimiento de los contratos y además señalo un factor poco evaluado como es el funcionamiento de las instituciones, en medio de una multiplicidad de factores implicados.

¿Al 2024 qué proyección maneja el BCRP? En su RI proyecta que la inversión privada caería en -7.3% en el 2023 y aumentaría solo en 1.8% en el 2024, estando detrás de estos números una proyectada caída de la inversión minera en -14.1 y un aumento de esta en 5.1% en el 2023 y 2024 respectivamente. Debo remarcar que la inversión privada tiene efectos en la actividad económica en el corto pazo por el lado del gasto y en el largo pazo por determinar la capacidad productiva del país sin presiones inflacionarias (producto potencial) actualmente la variación máxima del PBI no llega al 3%, tasa similar al pronóstico de aumento del PBI para el 2024. Cabe señalar que esta tasa de crecimiento del 3% resulta insuficiente porque necesitamos crecer cuando menos un 5% dada la estructura productiva anual para que el mercado laboral absorba a los casi 300.000 jóvenes que se incorporan anualmente ofertando sus servicios laborales. Por ello, previsiblemente el subempleo aumentaría en el 2024.

Como ya se mencionó a los factores económicos determinantes de la inversión privada antes reseñados se adicionan otros no económicos, como es el funcionamiento normativamente definido y la predictibilidad en las decisiones de las instituciones; desafortunadamente, hay varios hechos representativos de esto último: enfrentamiento entre el Congreso vs. Poder Ejecutivo por leyes populistas e impensadas del primero, Congreso vs. Junta Nacional de Justicia, Ministerio Público vs. Poder Ejecutivo, pugnas a las que solo falta el lanzamiento de la conocida palabra “fight” para comenzar un nuevo “round”. Agravando el cuadro existen enfrentamientos al interior de las propias instituciones, como las facciones en pugna al interior del propio Ministerio Público y del Congreso también. ¿Así se genera confianza a un inversionista?

Todos estos bizarros cuadros de múltiples pugnas generan impredictibilidad e incertidumbre en los agentes económicos, lo que restringe la inversión privada, restricción que tiene vigencia inclusive si se mejorasen los determinantes económicos de esta.

En suma, lograr reactivar la inversión privada no solo depende de mejorar los factores económicos, además se requiere un ordenado funcionamiento de las instituciones, siendo esto fundamental.

Broncas públicas

“La semana pasada mirábamos una discusión pública en medios –que nunca debió darse– entre el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Consejo Fiscal (CF)”.

La semana pasada mirábamos una discusión pública en medios -que nunca debó darse- entre el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Consejo Fiscal (CF) respecto al cumplimiento de las reglas fiscales para el período 2023-2024 y algunas medidas recientes del MEF que podrían, según el CF afectar la credibilidad de la política fiscal. Veamos brevemente estos asuntos.

Algunos argumentos. El CF además de señalar una alta probabilidad de incumplimiento de la Regla Fiscal en el 2023 y 2024, además de no cumplir  específicamente con la regla fiscal que establece topes al déficit del Sector Público No Financiero (SPNF);  el CF sustentaba su preocupación en tanto  a noviembre de 2023, el diferencial de gastos respecto a ingresos -esto es el déficit fiscal (DF)-en el  acumulado en los últimos  12 meses fue  de 2,8 del PBI , mayor al límite establecido por la regla fiscal para 2023 de 2,4 del PBI. (en e l 2022 el DF fue 1.7 %)   El CF señala además que existe una mayor probabilidad de incumplir con la regla de déficit fiscal en los años 2024 y 2026, debido, a la coincidencia de las proyecciones del Marco Macroeconómico Multianual 2024 2026 (MMM)) con el límite establecido en la regla del déficit fiscal de manera recurrente, o sea las proyecciones del MMM están al ras con la regla fiscal. En línea con el argumento anterior el CF refiere que, a noviembre 2023, los ingresos corrientes se habrían reducido 10,6% en términos reales, en tanto, la reducción esperada en el MMM vigente (agosto de 2023) era de 6,2 por ciento.

Dado lo anterior, el MEF planteó medidas para reducir el déficit fiscal y cumplir la regla fiscal este año. Por ejemplo, se aprobó un Decreto de Urgencia (DU) que dispone el adelanto de utilidades del 2023 por S/1,000 mlls del Banco de la Nación al Tesoro Público, cuya distribución correspondería hacerse hacia marzo 2024, con Estados Financieros auditados del Banco de la Nación (BN). El objetivo es contabilizar más ingresos no tributarios en 2023 y así ayudar a cumplir la regla fiscal, aportando esta transferencia alrededor 0,1% del PBI para la reducción del déficit fiscal del SPNF. Cabe indicar que las utilidades proyectadas del BN para 2023 alcanzarían S/ 1,500 mills.

El CF considera que recurrir a este tipo de mecanismo con la intención de forzar el cumplimiento de la regla fiscal, como se ha afirmado no es una buena práctica ni corporativa, ni fiscal, para cubrir un eventual déficit de caja. Señala además señala que, tampoco hubo claridad sobre el impacto de dicha transferencia en la solvencia del BN.  El CF considera que esta medida no es acorde con la institucionalidad fiscal vigente pues, en la medida de lo posible, los créditos suplementarios deben ser tramitados a través de un Proyecto de Ley ante el Congreso de la República.

El CF solicitó al MEF el informe de recursos públicos mediante el cual se determinaron las fuentes de financiamiento del presupuesto del sector público para el año 2024, pero a la fecha no había respuesta, Retaso quizás explicado para evitar una discusión pública con el CF sobre el tema.   Independientemente, de la argumentación técnica de cada institución implicada, hay una pregunta básica por responder: Dado el nivel de cuestionamiento del CF ¿Por qué el CF no solicitó una reunión con el MEF para presentar previamente sus observaciones, y planteo de opciones; ¿en vez de ello, optó primero por recurrir a los medios de comunicación?  Estos debates públicos, -contrariamente a lo que se piensa, generan más incertidumbre y deterioro de expectativas. Pero hubo el viernes pasado una buena noticia, que me genera una expectativa positiva, el Ministro de Economía citó al CF, para dilucidar sus señalamientos.

En suma, en un contexto político donde hay pugnas institucionales en varias pistas, como la del Congreso con la Junta Nacional de Justicia, el Ministerio Público frente al Poder Ejecutivo entre otras ¿Estamos siendo conscientes de ello?

Desde la economía sobre la deuda climática

“La deuda climática per cápita más elevada se registra en Estados Unidos, un nivel unas seis veces más alto que en China en el período comprendido entre 1959 y 2018 y 25 veces más alto que en India”.

Actualmente, la discusión económica en el país se basa en asuntos como cuándo terminará la contracción de la actividad económica (recesión) en el Perú o cuando se recuperará la inversión privada. Sin duda, temas relevantes por sus efectos sobre el empleo, la recaudación tributaria, la capacidad de producción futura (producto potencial) entre otras importantes variables. Pero otro plano de análisis para el caso de la dinámica de la actividad económica, por ejemplo, es definir en qué medida la generación de gases del efecto invernadero resultantes afectan económicamente la futura capacidad productiva del país dado el calentamiento global resultante.

Una interesante y reciente medición de estos costos la encontramos en la investigación de Clements, Gupta y Liu, 2023, donde se ha desarrollado un sistema de precios asociado a la perspectiva de medir y limitar la negativa afectación referida. Veamos brevemente algunos datos principales de esta útil medición.

Debo remarcar que lo importante de incorporar este tipo de análisis responde a considerar la necesidad de preservar en el tiempo el medio ambiente como un activo fijo fundamental para producir no solo hoy sino en el futuro también.

El contexto vigente para mirar desde una perspectiva medioambiental los efectos de la evolución de variables como la actividad económica está en el marco del Acuerdo de París de 2015, donde más de 190 países se comprometieron a reducir las emisiones de carbono para el 2030, incluidas las procedentes del consumo de combustibles fósiles, y reducir los efectos negativos del aumento de la temperatura global. Aunque, a la fecha, existe una gran brecha entre lo que los países se comprometieron hacer y lo que debe hacerse.

En el texto referido, un concepto clave es el de la deuda climática. Esta es la sumatoria de los daños originados por las emisiones, es decir, los efectos adversos acumulados de las emisiones de dióxido de carbono, cuyos costos se efectivizan sin compensación. Se calcula la deuda climática de 131 países sustentado en las emisiones de carbono históricas y proyectadas. Estos cálculos posibilitarían estimar el aporte de cada país en emisiones.

La deuda climática se calcula en base a las emisiones ocurridas, estimadas y el costo social del carbono, que mide el daño económico producido por cada tonelada de emisiones de CO2. La deuda climática es elevada unos US$59 billones entre 1959 y 2018 y se prevé que elevaría a US$80 billones entre 2019 y 2035. El monto de la deuda climática de cada país depende del tamaño de su economía y de la intensidad del uso de combustibles fósiles por cada dólar de producto. También influye la estructura del consumo energético, por ejemplo, la intensidad de uso intensivo del carbón. Hacia 2018, los mayores contribuyentes fueron Estados Unidos (US$14 billones), China (US$10 billones) y Rusia (US$5 billones).

La deuda climática per cápita más elevada se registra en Estados Unidos, un nivel unas seis veces más alto que en China en el período comprendido entre 1959 y 2018 y 25 veces más alto que en India. En el período 2019–2035, la deuda climática per cápita seguirá siendo más elevada en Estados Unidos y aumentará en China por encima del nivel previsto en la Unión Europea.

Otro aspecto poco relevado a tener en cuenta es el rol de las políticas fiscales y de gasto público para frenar el crecimiento de la deuda climática. Los países enfrentan diferenciadas limitaciones a la hora de adoptar medidas con efectos climáticos. Estados Unidos y Europa han adoptado políticas a gran escala para subvencionar las energías limpias con el fin de reducir la deuda climática, pero esta posibilidad no sería factible en las economías en desarrollo con poco margen fiscal. 

En suma, considerar y estimar los efectos económicos medioambientales de la evolución de variables económicas, como es el caso de la actividad económica, no debieran ser obviados sino discutidos también.

Recesión económica en el Perú: “La confianza es fundamental para crecer”

Entrevistadora Jenny Álvaro Curi:

Falta menos de dos meses para cerrar el 2023 y el país se encuentra con una recesión económica, el mismo Ministerio de Economía y Finanzas ha tenido que cambiar su proyección y tal parece que la economía crecería 1.1 % según el MEF, aunque especialistas en economía refieren que podríamos cerrar en rojo. De hecho, hace unos días acaba de salir las nuevas cifras de el crecimiento del tercer trimestre y lamentablemente por quinto mes consecutivo hemos caído. Vamos a conversar con el ex Ministro de Economía y Finanzas Kurt Burneo para que nos dé también su perspectiva al respecto y sobre todo preguntarle ¿Cuándo vamos a salir de la recesión? ¿Cómo vamos a notar nosotros como ciudadanos que ya el Perú ha podido superar esta esta etapa esta crisis económica?

Kurt Burneo:

Oficialmente cuando el índice de actividad económica, que es calculado por el INEI saque las cifras, ahora en el caso del Perú, hay un rezago de un mes y medio. Eso quiere decir, que las cifras de producción de diciembre se van a conocer todavía hacia la quincena de febrero, pero existen en economía algunos indicadores adelantados como por ejemplo la producción de electricidad, el consumo, la producción de cemento, por mencionar algunos, o lo que pasa por ejemplo con la recaudación tributaria digo unos ciertos indicadores adelantados porque nos permiten dar una perspectiva de lo que podía resultar cuando se conozcan las cifras oficiales. Como le decía tiene un rezago de un mes y medio para ser conocidas.

Entrevistadora Jenny Álvaro Curi:

Ahora si tomamos en cuenta los indicadores que usted refiere por ejemplo SUNAT ya publicó los índices de recaudación y hemos caído, si lo comparamos con el año pasado la Cámara Peruana de Construcción  que analiza cómo van las construcciones, obras públicas, vivienda, tampoco tiene una buena perspectiva y bueno es uno de los sectores importantes en la generación de empleo también en nuestro país y además activa otro otros sectores; con esto entonces ¿Cómo podríamos mirar el futuro de nuestra economía?

Kurt Burneo:

Yo creo que hay que tener cuidado con algunas cosas, por ejemplo todos hablamos de recesión mirando por ejemplo la cifra de septiembre donde la actividad económica se cayó en -1.48 %  pero yo diría hay una recepción inexorable para este año si estuviéramos en diciembre, pero esos son datos a septiembre, casi todos los proyectistas, los opinólogos, los centros de estudio que hay en el Perú, hasta el propio Banco Central señalan que a finales de año, ósea diciembre 2023, la economía crecería 0.4% y en realidad eso no es recesión; crecimiento pequeño, ínfimo seguramente, pero eso no es recesión. Ahora no perdamos de vista qué pasa con nuestros vecinos que tienen también problemas similares de falta de crecimiento y la economía peruana no es una isla dentro de lo que es el contexto mundial, afrontamos por similares problemas y obviamente eso explica las bajas tasas de crecimiento, pero insisto hablaríamos de una recesión para el año 2023, si los números que estamos viendo ahora ya se estuvieran viendo en diciembre y no es eso lo que se está diciendo, es más por mencionar un sintax sobre estas cosas el BBVA Research, establece que sí, para septiembre hay una caída del menos -1.4% pero para el año 2023, pero ahora hay un crecimiento de 0.4, pequeño pero es crecimiento, ahí no podíamos hablar de recesión. Lo que sí también debo de decir es que por ejemplo en el Perú si quisiéramos absorber a los 300,000 jóvenes que todos los años se incorporan al mercado laboral tendríamos con la estructura productiva que tenemos ahora, crecer aproximadamente al 5%, cifra bastante lejana al 0.4%.

Entrevistadora Jenny Álvaro Curi:

Eso si se generaran la suficiente cantidad de puestos de trabajo para todos estos jóvenes.

Kurt Burneo:

Necesitamos crecer un 5%, y es más la necesidad de crecer no solamente responde para absorber a los jóvenes que se incorporan al mercado laboral sino, para incrementar el producto potencial, un elemento fundamental de cualquier propuesta de crecimiento es que la inversión privada se eleve porque la elevación de la inversión privada nos dice que en el futuro la capacidad productiva del país va a ser mayor. Hace un par de años lo que los economistas llamamos el producto potencial que es aquel que define cuál es el máximo de crecimiento que podemos tener en el largo plazo, ese crecimiento potencial estaba en 6% es decir, la economía podría crecer sin problemas en un 6%, sin presiones inflacionarias. Ahora ese producto potencial solamente nos permite crecer a un 2%, evidentemente que necesitamos que haya más inversión privada, porque eso amplía la capacidad de producción del país y eso amplía obviamente lo que es el producto potencial, ósea, el producto que podíamos como máximo en términos de crecimiento llegar sin tener presiones inflacionarias.

Entrevistadora Jenny Álvaro Curi:

¿Y qué es lo que necesitamos en todo caso para conseguir que nuestra economía crezca al 6% y no a un 2% como estamos acostumbrados prácticamente a ver?

Kurt Burneo:

Yo lo resumo con una sola palabra “confianza”, la confianza es fundamental. Póngase usted en los zapatos de un empresario, si un empresario no ve que hay una luz al final del túnel si un empresario ve que no hay mercado para lo que va a producir. ‘¿Se endeudaría? ¿Tomaría capital de trabajo?

Entrevistadora Jenny Álvaro Curi:

Sin embargo, las condiciones actuales no dan mucha confianza, incluso el Ministro de Economía y Finanzas y el Primer Ministro Alberto Otárola, estuvieron en la CADE tratando de convencer a todos los inversionistas a que el Perú, tiene las condiciones para que se puedan desarrollar positivamente, aunque también tenemos a un Fenómeno de El Niño como amenaza y a un Poder Ejecutivo no tan estable todavía, muy cuestionado con una Presidenta con una popularidad muy baja.

Kurt Burneo:

Yo añadiría los elementos o los argumentos que usted menciona que genera incerteza que genera incertidumbre, añadiría por ejemplo, el tema institucional, desde el momento que las instituciones no funcionan adecuadamente en el sentido que son imprevisibles, mire usted por ejemplo lo que pasa con el Congreso, nadie está seguro de en qué momento sacará un proyecto de ley que pueda ser contrario, por ejemplo, lo que es el funcionamiento adecuado de los mercados, le pongo un solo ejemplo hace algunos meses el Congreso sacó una ley que establece topes a los costos crediticios sobre todo los microempresarios cuyos costos crediticios son más altos, porque son más riesgosos, los bancos para no infringir la ley, lo que han hecho es desatenderlos, es decir, ya no tienen los microempresarios acceso a lo que vendría ser el servicio financiero formal y que ha originado eso, es como echarlos directamente en las garras o en las manos de lo que es el crédito informal, incluido los gota gota. Seguramente la iniciativa legislativa tuvo la mejor intención, pero lamentablemente la economía o en todo caso los mercados no se manejan por decreto.

Entrevistadora Jenny Álvaro Curi:

Ahora hablando del Congreso, está buscando un séptimo retiro de los fondos de las AFP que podrían también debilitar el mercado de acciones y golpear directamente a este sistema. ¿Qué tanto peso tiene el parlamento en esta inestabilidad en la que se está viviendo que no contribuye con la confianza al empresariado?

Kurt Burneo:

La tiene desde el momento en que se propone ese tipo de iniciativas, porque la pregunta importante es ¿Cuán previsible es lo que hace el Congreso aquí, ahora y mañana? De momento que no hay previsibilidad, obviamente se genera incertidumbre. No es tan cierto que la incertidumbre viene por los temas ejecutivos, al interior del ejecutivo, por ejemplo, eso tiene que ver con instituciones y hasta que las instituciones no sean confiables, den ciertos elementos de incertidumbre, un inversor lo va a pensar varias veces, antes de traer sus recursos al país.

Entrevistadora Jenny Álvaro Curi:

¿Y ahora qué genera más incertidumbre el trabajo del ejecutivo o el papel del Congreso?

Kurt Burneo:

Yo creo que el Poder Ejecutivo está haciendo todo el esfuerzo para que las cosas estén calmadas en el sentido de que haya certidumbre, el problema es institucional, no solamente hablo del Congreso, dicho sea de paso hay otras instituciones también que son imprevisibles y al serlo contribuyen a ese ambiente de incertidumbre o inestabilidad que tenemos ahora es decir, el tema de la incertidumbre, inestabilidad no es solamente un tema económico es un tema que implica hablar también de las instituciones que no son previsibles y al no serlo, depende mucho de quiénes están a cargo de ellas.

Entrevistadora Jenny Álvaro Curi:

¿Y aparte del Congreso qué otras instituciones son las que generan esta incertidumbre?

Kurt Burneo:

Podríamos mencionar por ejemplo, lo que se desarrolla a nivel de lo que es el Poder Judicial en algunos casos, donde lo controversial es que no se aplica la ley cuando hay situaciones de flagrancia en términos de delito y la gente se siente desprotegida frente a ello, el caso de la misma policía también, ósea, insisto una vez más, si nosotros queremos certidumbre o confianza en la economía lamentablemente no es un tema que dependa solamente de variables económicas, hay otras variables que tienen que ver con el funcionamiento institucional que deben de ser tenidos en cuenta qué duda cabe no.

Entrevistadora Jenny Álvaro Curi:

La inseguridad en este caso, y aprovechando que usted ha mencionado al Poder Judicial y a la Policía Nacional ¿Cuánto está influyendo para que nuestra economía avance? vemos microempresarios extorsionados, incluso cierre de empresas debido al temor de que la delincuencia los azote. ¿Qué tanto peso tiene actualmente?

Kurt Burneo:

Un peso de los mayores, porque cualquier pequeño negocio que abre sus puertas, estamos hablando de emprendedores y lo primero que les cae, son los extorsionadores, entonces la pregunta es ¿De esa manera se promueve la existencia de emprendedores? Las personas pagamos impuestos y ahí viene la el gran tema, por ejemplo, lo que es la conciencia tributaria uno paga impuestos y se supone que con eso el estado financia sus servicios fundamentales, dar seguridad interna y externa que no la da, por ejemplo: dirigir las relaciones internacionales dirigir la economía, ser un ofertante en última instancia de servicio de salud y educación. Entonces los contribuyentes nos preguntamos ¿Cuál es el destino real de los recursos que aportamos a la SUNAT para que el estado pueda cumplir con esas funciones?

Entrevistadora Jenny Álvaro Curi:

¿Y será suficiente estas medidas de expulsar a los extranjeros, regularizarlos teniendo en cuenta que un delincuente no va a ir a hacer sus trámites para mantenerse regular en un país? ¿Será suficiente ello para generar confianza?

Kurt Burneo:

Voy a decir algo que puede ser disonante, el que es delincuente puede delinquir perfectamente con un documento de identidad obtenido legalmente, el hecho de que tenga un carnet de extranjería, no lo inmuniza de ser delincuente, yo creo que ahí la labor de inteligencia es mucho más importante y  creo que es un error pensar que cuanto más personas extranjeras estén registradas legalmente en el país, eso sea un antídoto una barrera para que delincan, no tiene nada que ver una cosa con la otra, y la otra cosa es ¿Cuál es la capacidad operativa para poder poner fuera del país a estos indeseables? ¿Qué pasa cuando su país de origen no los acepta? ¿Qué pasa en términos prácticos, en términos operativos? esto ya ha pasado antes, creo que la ciudadanía recuperará la confianza en sus autoridades en la medida en que vea que son soluciones prácticas y posibles de ser realizadas, si no todo quedará en el papel y lamentablemente esta situación de inseguridad de prácticamente estar  absolutamente desprovisto de servicio de seguridad por parte de la gente, sobre todo el ciudadano de a pie, es algo que tiende a mantenerse mucho más en el tiempo y eso afecta la economía ¡claro esta! porque lo que está pasando ahora en los barrios es que un emprendedor abre una pequeña bodega y al poco tiempo tiene que cerrarla porque sencillamente económicamente los ingresos que genera la bodega no da para pagar una entre comillas seudo seguridad, y si frente a eso no hay una acción efectiva del estado como que estamos castigando o dejando inermes a la gente que con mucho esfuerzo desarrolla su propio emprendimiento al no tener un empleo de carácter dependiente ¿No?, y a la familia hay que mantenerla y proveerle los ingresos todos los días.

Entrevistadora Jenny Álvaro Curi:

Así es señor Burneo, lo que nos preocupa ahora es el sector agropecuario que es el que gracias a él, tenemos nuestros alimentos en la mesa y que en septiembre han caído y todavía son amenazados con este Niño que podría ser fuerte moderado, aunque también débil, ya se presentó una pequeña luz de esperanza ¿Cuánto se comprometería la seguridad alimentaria de los peruanos si es que este sector continúa desenvolviéndose a la baja?

Kurt Burneo:

Yo diría que hay varias cosas, por ejemplo el hecho de que el Fenómeno de El Niño sea moderado, leve, no garantiza los efectos sobre este caso, la actividad agropecuaria, porque la pregunta es ¿Cuánto hemos avanzado en cuanto a las labores de prevención frente a El Niño Global?. Entonces puede venir un Niño leve, pero si los gastos de prevención son pequeños o no han existido, es un equivalente a un Niño fuerte, entonces no es una garantía, ¡insisto! que el Fenómeno de El Niño sea leve. La otra cosa es desde el momento en que se afecta la producción agropecuaria del país es cierto, una parte va a la exportación pero la parte mayoritaria va al consumo interno, entonces el cuadro que vamos a tener es básicamente por el lado de la oferta, una contracción de ella y esa contracción de la oferta va a significar mayores precios, esos mayores precios se va a reflejar en la inflación por eso que el Banco Central entiendo que ayer, señaló con claridad que si el Fenómeno de El Niño viene fuerte y eso origina un deterioro de infraestructura agrícola, se origina también una contracción de la oferta de producto agrícola, la inflación va a recrudecer y por lo tanto, las alzas en cuanto a las tasas de interés de política monetaria que son las que maneja el Banco Central van a volver a elevarse, ósea no es un tema de que la inflación esté terminada, hay que ver en qué medida el Fenómeno de El Niño que está por venir, va a afectar la oferta y por lo tanto los precios.

Entrevistadora Jenny Álvaro Curi:

Y para cerrar, ¿Qué se le podría decir a los peruanos actualmente sobre esta coyuntura?

Kurt Burneo:

Desafortunadamente los peruanos tienen que vérselas por su propia cuenta y eso explica lo que es el emprendedorismo, el constituirse de emprendedores en general de pequeños espacios, pequeños negocios. Hoy día más bien el reclamo debería ser a las autoridades en el sentido de dar cuando menos un mínimo de protección, frente a estos emprendimientos que son pequeños, porque si al final de cuentas, por la contracción de la economía el empleo se contrae la pregunta es ¿De qué manera van a subsistir o conseguir los medios de subsistencia aquellos que perdieron su puesto de trabajo y no tienen la posibilidad de recuperarlo? Sea porque no hay suficientes puestos de trabajo, sea porque no tienen las calificaciones. Al final me parece que un deber prioritario del Estado, es poder cubrir a estos pequeños emprendedores, porque es la forma de poder ganarse honradamente sus ingresos en medio de esta coyuntura que nos afecta a todos en mayor o en menor medida.

Entrevistadora Jenny Álvaro Curi:

Le agradecemos mucho al Exministro de Economía Kurt Burneo acompañándonos en las Cosas Como Son.

Fuente: RPP

https://www.youtube.com/watch?v=c8HVhUVVG8o

Sobre el Plan de Reactivación Económica

 “Dada la caída de la actividad económica en lo que va del año, en el fondo el Plan de Reactivación Económica (PRE) presentado la semana pasada busca mejorar la confianza de empresarios y consumidores”.

Luego de varios meses de contracción de la actividad económica en el Perú, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) presentó el Plan de Reactivación Económica “Plan Unidos” (PRE) conformado por 25 medidas que tienen como objetivo, además de proteger la cadena de pagos, reactivar la inversión con proyectos pendientes de llevar a cabo y destrabar proyectos mineros. Al final, ¿el tema del debilitamiento de la actividad económica solo es un asunto que depende de factores económicos?

Primero, antes de contexto. Dada la caída de la actividad económica en lo que va del año, en el fondo el PRE presentado la semana pasada busca mejorar la confianza de empresarios y consumidores, dado que iniciativas anteriores como los planes Con Punche I y II no tuvieron los resultados en la magnitud esperada. En estos meses, en cuanto a la actividad económica, lo que significó la continuidad del debilitamiento de esta en el tiempo, el reto central es cómo inducir, por ejemplo, que un empresario se endeude en el corto plazo tomando capital de trabajo, sin tener una solvente certeza de si sus mercancías producidas serán compradas en el mercado. Alternativamente, desde la perspectiva de los trabajadores formales (hoy 2 de cada 10), cómo comprar en magnitudes promedio, si hay poca certeza en si mantendrá su puesto de trabajo o perderlo; pasar a ser trabajador informal (8 de cada 10 hoy) con ingresos cada vez menores y discontinuados.

Para complejizar el contexto, tenemos factores absolutamente exógenos al PRE: si hacia fin de año el fenómeno de El Niño Global (FEN) origina –sea por inundaciones en el norte y sequías en el centro sur del país– una menor oferta agrícola, se elevarían los precios, y al respecto ya en la CADE la semana pasada el presidente del Banco Central de Reserva (BCRP) señalaba que ante esta eventualidad se volverían a retomar las subidas de la tasa de interés de referencia (tasa de interés de política monetaria) con el ya conocido resultante efecto adverso sobre la actividad económica por el encarecimiento del crédito generado.

Hasta allí el relatorio de factores exógenos con algún corte económico con incidencia en los resultados del PRE, pero también hay otros factores con menor corte económico, pero con efectos directos, como los conflictos sociales y los fenómenos climatológicos. En el caso de estos últimos, de no contar con un adecuado avance en obras de prevención y mitigación, al final ello se reflejará en una menor actividad económica.

A los factores antes enumerados agregaría algunos no menos importantes, como la certidumbre en las decisiones institucionales. Al ser estos poco predecibles, la cuestión es no saber qué nueva iniciativa contrapuesta al funcionamiento del mercado está por venir, como por ejemplo cuando por ley se establecieron topes a los costes crediticios aplicados a las mypymes, costos crediticios altos explicables por los mayores riesgos implicados. Al final el resultado fue que para no infringir la ley, los bancos dejaron de atender a parte de este segmento, arrojándolos en manos de los prestamistas informales ‘gota a gota’ incluidos, en medio de una extendida inseguridad ciudadana.

Caso aparte, la fuente de incertidumbre proviene de los cambios introducidos en la Sunedu, los intentos en la defenestración de la Junta Nacional de Justicia por el Congreso, creación de la bicameralidad, sin una indispensable reforma de los partidos políticos. No se necesita ser un politólogo para prever que tendremos en el Congreso más de lo mismo. El éxito del PRE dependerá de estos factores también. No perdamos de vista ello.

Precios y producción 2023

“En suma, mal hacen algunos agoreros con señalamientos sobre la economía local hoy, sin mirar primero los números proyectados en los próximos meses”.

En estos días, en la discusión relevante de temas económicos, destaca lo que está pasando con la evolución de los precios al consumidor (IPC)y la actividad económica, (PBI) conceptos que para algunos –equivocadamente– no son vinculados, error que se basa en que si bien normativamente están bajo la responsabilidad del Banco Central de Reserva (BCRP) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) respectivamente, ambas variables se interrelacionan en el marco de la política económica. Explico algo de esto seguidamente.

¿Qué está ocurriendo con el IPC? Veamos, a octubre de 2023, que el Índice de Precios al Consumidor a nivel nacional disminuyó en -0,27%, resultado del comportamiento de la división de consumo de alimentos y bebidas no alcohólicas con -1,73% y en menor medida comunicaciones con -0,02%. Mientras que la división de consumo educación no registró variación.

Opuestamente, en nueve divisiones los precios se elevaron: transporte 0,42%, bienes y servicios diversos y restaurantes y hoteles con 0,34%, alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles 0,33%, salud y bebidas alcohólicas y tabaco, ambos con 0,21%, muebles, artículos para el hogar y la conservación del hogar 0,15%, recreación y cultura 0,13% y prendas de vestir y calzado 0,09%.

Un asunto central (aunque poco referido) para explicar estos resultados, viene del lado de la política monetaria. Hasta hace pocos meses, el BCRP había venido elevando su tasa de interés de referencia, encareciendo el crédito, debilitando el consumo y la inversión, y así esta menor demanda provocada, impediría en el tiempo validar mayores precios (demanda ya debilitada por la caída del poder adquisitivo de los salarios), lo descrito explica en parte la caída de la actividad económica local, siendo la pregunta cuánto de esta caída actual respondió a la aplicada política monetaria restrictiva, sobre todo porque siendo la actual inflación anualizada a octubre de 4.34% está aún bastante por encima de la tasa tope de 3%.

Debo señalar además que la (volátil) tasa de interés internacional es un determinante indirecto, entre otros, de la tasa de referencia del BCRP, razón por la cual ello implicaría una no muy previsible tendencia de esta última, para los meses que vienen. Por ejemplo, la semana pasada el banco central gringo (FED) adelantó a junio la posibilidad de inicio de recortes de su tasa de referencia, presionando a la revaluación del sol.

¿Y que de la actividad económica? Actualizaciones de las proyecciones económicas luego de los dos primeros trimestres, con resultados negativos -0,4% y -0,5%, respectivamente y con un débil tercer trimestre, refieren que, si se creciera a una tasa mensual de 1% entre agosto y diciembre, este año creceríamos en 0.1%.

Adicionalmente, entes independientes como el BCRP, el BBVA Research y el Scotiabank proyectan un crecimiento anual 0,9%, 0,4 y 1.9% respectivamente, e incluso los mismos que hablan de recesión hoy (como si el 2023 se acabara en junio), como es el caso de algunos opinólogos y también agencias calificadoras de riesgo como Moody’s y S&P pronostican que el PBI crecerá 0.6% y 0.4% % respectivamente ¿Y dónde está la tan invocada recesión en el 2023? Debo señalar además que los estragos adversos del fenómeno de El Niño Global corresponderán al 2024, cuyas magnitudes sobre la actividad económica dependerán de cuanto se haya avanzado en las tareas de prevención y mitigación.

En suma, mal hacen algunos agoreros con señalamientos sobre la economía local hoy, sin mirar primero los números proyectados en los próximos meses –habiendo sido incluso algunos de ellos ministros de Economía–, deteriorando más en consecuencia las expectativas, haciéndole así un flaco favor al país; por ello, un poco más de responsabilidad y coherencia en lo que se afirma no estaría nada mal en estos tiempos de incertidumbre económica incrementada.

Sobre recesiones y conceptos

“Un asunto fundamental para la reactivación está en que se efectivice el gasto contenido en el crédito suplementario aprobado, dados los bajos niveles de ejecución…”.

Un tema muy comentado la semana pasada fue si la economía peruana está en recesión o no. ¿Se cumplen los requisitos para ello? ¿Para fines prácticos se puede admitir como hecho consumado esta calificación al mes de setiembre? Asociado a lo anterior, ¿cuánta validez práctica tiene el concepto de recesión cuando proyecciones serias y recientes como la del BCRP refieren tasas de crecimiento del 0,9% del PBI para este año? Veamos brevemente estos asuntos.

Teóricamente, en términos simplificados, hay recesión cuando el PBI cae dos trimestres consecutivos. En el caso del Perú, en el primer trimestre se reduce en -0,4%, y en el segundo trimestre en -0,5%. Además, una recesión implica afectación negativa en variables como empleo, consumo privado, entre otros.

En el caso del Perú, a pesar de las contracciones en los dos últimos trimestres, con cifras del BCR, el empleo muestra variaciones positivas en lo que va del año (2,6% agosto). El consumo privado en 0,3%, proyectándose un aumento del PBI de 0,9% para fines de este año y en 0,6%, este último dato según la agencia calificadora Moody’s.

Paradójicamente, uno de sus funcionarios señalaba a la vez que “el Perú este año está en recesión. No es bonito decir eso, pero es la realidad”. Estos números nos hacen pensar lo discutible de referenciar una recesión a mitad de año ¿O el año 2023 se acabó en junio? Al final resulta que la discusión sobre si estamos o no en recesión se encuadraría más en un plano académico. Lo cierto es que con o sin recesión se necesita que el PBI crezca.

Al respecto, otro hecho que llamó la atención es que el propio ministro de Economía refería la semana pasada que estamos en recesión… Anuncio hecho minutos antes de entrar al pleno del Congreso para el debate de un crédito suplementario (PL 05997/2023_PE) por S/5.447 millones para financiar obras de infraestructura y prevención de los efectos del fenómeno de El Niño.

En mi opinión, el anuncio del ministro respondió más a una pragmáticamente acción para sensibilizar a los parlamentarios respecto a la urgencia de incorporar estos recursos al presupuesto y de esta forma aumentar el gasto en la economía, reactivándola, reforzando así la esperada variación positiva del PBI en el último trimestre de este año.  El objetivo del ministro se cumplió: el crédito suplementario tuvo 94 votos a favor, cuatro en contra y cuatro abstenciones.

Un asunto fundamental para la reactivación está en que se efectivice el gasto contenido en el crédito suplementario aprobado, dados los bajos niveles de ejecución a la fecha, sobre todo de regiones y municipalidades. Se tiene data del cuánto, pero se necesita especificar más el cómo. En tal sentido, sugiero que, a la brevedad, el MEF presente —con acceso público— una permanentemente actualizada línea de tiempo del gasto y entidades a cargo del mismo con las capacidades de gestión necesarias.

Por otro lado, algunos equivocados comentarios críticos sobre el impacto reactivador implicado señalan que la magnitud del gasto no llega ni al 5% del PBI. Se olvida que la transferencia de recursos tiene que tener relación con los ingresos fiscales y la capacidad de gasto del pliego o unidad ejecutora. Se obvian también los efectos multiplicativos del gasto en la actividad económica, sobre todo cuando existe capacidad instalada de producción sin uso. Además, que parte del gasto está dedicado a la prevención de efectos adversos sobre la infraestructura y capacidad productiva del fenómeno de El Niño Costero. Si no avanzamos más rápido en el gasto de prevención de un Niño, así sea moderado, puede generar una gran afectación económica adversa.

En suma, hay un desenvolvimiento económico aún por ocurrir, proceso que dependerá en mucho de la efectividad en el gasto relacionado en el crédito suplementario aprobado y, por supuesto, de la mejora de expectativas que dependerán de la confianza de los agentes económicos. Estos se pueden generar a partir de los mensajes emitidos principalmente por las autoridades económicas de nuestro país.